Circunvalium
Me mezo en tu regazo
algoritmo de anhelos
propóngote desvelos
habitarte el dulce vientre
tender entre nos un lazo
y donde-quiera que se encuentre
rescatar el gemido
ese recóndito fulgor gozoso
garante de existencia
por el cual evocaré en tu ausencia
cuando tanto rubor háyase ido
cuando todo conviértase poroso
la estéril persistencia de los dedos
la súbita noción de una escalera
resquemor y alboroto
derrota de mis miedos
ante tu espada certera
solemne conflagración muy adentro
desde el abismo remoto
allá se me ocurren praderas
desmurallar este centro
acá se me llegan rincones
después de cada ceniza
mas no son palabras verdaderas
eran sólo rimas tontas
pelmazos de versos gastados
con ritmo dudoso
o ya ni versos
quién sabe
y todo para qué
a qué
quería regalarte una hoguera
quemar las naves
que sientas mi boca en tu oreja
mi boca de humo
yo Prometeo de tus noches largas
yo que te escribo
siempre
tú la de danzas lejanas
tú las arenas quemantes
aunque los dedos de hielo
decirte risas y flores
perfume de tangos atónitos
lentejuelas espeluznadas
como mañana cuando te dije brea
y tú veías los potros descarrilados
y yo te buscaba olas sobre la blusa
y bajaban hasta la falda
bajaban urgentes
hasta llegar a las piernas
y yo me arrimé a las euforias
ayer remaremos las bravuras
esta camisa con plumas de cera
vamos a roer las noches
exfoliaremos premuras
regaremos las promesas aladas
martillar las sombras
qué deserción y amnistía
muy tus primores rampantes
por eso regreso a lo de antes
como buque anclado en la bahía
me mezo en tu regazo
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