Ardido
Estar ardido agota los pulmones el hígado los sueños
los torna pesadillas inspiradas en películas ochenteras
no hay energía ni para las pisadas de plomo de los terrores nocturnos
estar ardido es un aleteo de murciélagos en la panza
un chisporroteo de rosales sin rosas en la garganta
horadar las sienes desde la angustia
invocar calamidades por su nombre magnitud y destinatario
te conviertes en profecía de esperpentos
te salen ramas negras con rayos láser y pañales usados
gritas sin ruido y te escuchan las cucarachas
aunque sea por un momento eres toda esa aridez
y te sientes feliz por un momento
y después una mierda
el ciclo se repite indefinidamente
hasta encontrar un alkaseltzer de perdón
o cualquier chingadera que te ayude a dormir por las noches
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