Al hacer agua
Quién habría imaginado la emoción, la euforia provocada en los alumnos por las carreras de barquitos de papel en la fuente del patio central. El Lucía a la delantera. Las apuestas y el viento a favor. Desilusión en las carteras de los dos ingenieros leales al Karelia. Pobre. Iba tan bien, y a medio camino le da por hacer giros, vueltas, muy bonitas para una exhibición de cabotaje, pero inútiles en una carrera. Baila el Karelia sobre las aguas tranquilas y casi se escucha la música. Baila. Un navío cargado de cargado de. Baila. Termina la música. Reverencia. Se hunde.
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