Días de lluvia



¡Qué pésima suerte! La lluvia arrojándose inclemente contra la Universidad como si la odiara sólo a ella, pero a Rodolfo en particular. Vaya día para que el zipper de la mochila, llena de libros de biblioteca, se rompiera. Si la cajetilla de cigarros rezumaba té de nicotina adentro, qué no sería de lo demás.

Un café humeante recién salido de la máquina en el pasillo no estaría mal, pero sucedió que no había cambio. Qué importa, él anhelaba un café.

“Lo sentimos, máquina atascada”, y diez pesos que iban a la basura. Por lo menos ahí venía Karelia.

—Hola.

—Adiós.

Comentarios

B. dijo…
Mmmm Karelia pudo haber respondido "Ay, perdón, no te había visto" (Aunque por el reflejo podías ver que te había volteado a ver más de una vez.)

Ah, esto se llama internalizar, ¡ja!

Estoy perdiendo el juicio.
Mona Van Ana dijo…
Waaaa hoy tuve un día igual, solo me cago de la risa y me burlo de mi misma. Dicen q si te awitas solo atraes más mala energía. De ser el por día por la mañana ahorita en la tarde es el mas relajado y genial que he tenido desde hace mucho tiempo.

Así que disfruta la desgracia de vez en cuando!

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