Detritus
(2006, marzo)
Recostarado juntotro a mí con ojeras y sonrisas mediomuertas,
mediovivo vagandísimo en andarcitos explotáneos,
recurrentemente de arribabajo bajo sospecha, bajo palabra.
Deploro cántaros de nochaciones umbrosas en los llanos,
babelesado tuyamente.
Intuyo afuturaciones y eclipses.
Fallecido, desfallecido.
Maldita maldición,
utropical premura capitalizada de lavioláceos esperpentos.
Sedientariamente caído de ángela anterioridad,
presente prófugo martirializado.
Royendo estigmáticos cataplumes acristolados
en olivares plorosos de escarlata.
No transfugo, no, por la triste tristeza,
sin tu edulcolor de tragedia.
No tramito, no, un cadalstrófico derrumbe
sin tu palabreante esplendor.
No tremulo, no, una pálida desvanencia
sin dios Etil musicastigando.
No furulo, no, porque no existe razón
en la esteparia desolación.
Trepidante cercenarísimo amedrentado
croaré hasta la asfixión etérea
del despojo finalíptico de esta casa.
Casa con dos puertas era.
Apoteosis de absurdel pensamiente,
negación de nadamplísimo vacuo yo.
¿Cómo no triturar hasta las trizas?
¿Cómo desespectrar la corazón noche?
¿Cómo drenar oceanimio lacrimal?
Arbóreos llantos riegan prados y praderas
de florales suicidios morados, primavertiginosos.
Vegeto tambaleante, no valiente...
Cancerígenamente nicotinado, más allá
de los plúmbicos pulmones
oxidados.
Plumas de cera desparpajadas, por el sol,
como ácida, corrosiva lluvia.
Parece mentira que cataplasme cada resquicio
de tu piel en mi llanto indisoluble, salobre,
parece mentira que a pesar de todo pesar
privilegie el tormentorrencial manicomio
de tu narcótica esencia efervescente.
Golpeando las paredes de la nada
hasta que los puños se desgranan
me contemplo en un espejismo malsano,
malhumorado, malherido.
Roto hasta las venas.
Se secan ya los párpados mojados,
que inundaron toda una era
con los corpóreos sollozos de su alma.
Se secan, y no queda
fuerza ni para la lástima.
Imagínate un planeta implotado…
lo que queda soy yo, los despojos,
el polvo abismo, el humo cenizado,
la nada de una nada
futilcondenada a la existencia.
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