Que deberíamos hacer ejercicio. Ahora me viene el Rivas con que deberíamos cuidar nuestra figura. Cuál figura, yo así como estoy ya estoy, no pienso ponerme a hacer lagartijas para cambiarla. Dice que vio a un nutriólogo y le advirtió los peligros para nuestra edad si no hacíamos actividad física y llevábamos una dieta saludable, balanceada. A mí que me balanceen estas. Su plan es correr una hora todos los días, y dice que va a empezar ya mismo porque siente deteriorada su condición física. Yo estoy muy a gusto así, con mi panza y mis llantas, que a esta edad le dan a uno cierta clase de respetabilidad. Me impongo con toda mi masa ante quienquiera que se me ponga enfrente. Además no soy pura grasa, conservo algunos bríos de cuando mis músculos estaban en su apogeo, aunque nunca fui precisamente un Atlas. Ya lo veré de ridículo vestido con su ropa deportiva dándole vueltas al parquecito sin aguantar cinco minutos de corrido. Hasta tuvo la ocurrencia de que deberíamos inscribirnos a un gimnasio para usar aparatos de esos que te marcan los músculos. Cómo me daban ganas de reírme en su cara, pero sólo atiné a decirle que lo pensaría. 

Por supuesto que ya lo pensé, y no habrá forma de disuadirlo porque cuando se le mete una idea no la deja hasta el final, así que sólo le daré largas y evasivas cuando vuelva sobre el tema. 

Hacer ejercicio es sólo para engreídos que se quieren exhibir con un cuerpazo y no tienen un ápice de sesos, es para gente ilusa que se empeña en negar cuán ilusorio y vano es todo. Mi cuerpo es real, al tocarlo no hay mentiras ni pretensiones, cada una de sus arrugas y estrías me hace más auténtico que esos imbéciles como el Rivas que pretenden llevarle la contra al envejecimiento, a la decadencia que nos aguarda a todos nomás doblando la esquina. 

Yo puedo comer lo que quiera, cuando quiera, limitado solamente por la pinchedad de mi cartera, sin que influyan en mis decisiones gastronómicas los triglicéridos o las calorías, si se me antoja un taco de tripa voy y lo pido, con todo el colesterol que implica, y me vale madres. Mi cuerpo es mío, así tan traqueteado como pueda estar, y no voy a seguirles la corriente sólo porque quieren que me vea como escultura griega. Tengo barriga ¿y qué? No es enorme, pero se nota cuando visto camisa y pantalones ajustados, es decir, todo el tiempo. Quizá es uno de mis mejores atributos. A mi edad y estar delgado como que no va. Luego veo a los viejitos raquíticos y me enferman por estar tan malnutridos, han de comer puros tacos de frijoles. No que yo me la pase comiendo grasas, pero me gusta tener contento a mi paladar. Y eso sólo se logra si uno se despreocupa por guardar la línea. El Rivas está requete pendejo. 


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